El lunes fue el día del Bandoneón ,en Honor a Troilo .que fue el que mejor lo hizo sonar ♪ ♫
Cada 11 de julio se conmemora El Día del Bandoneón. Esta fecha fue elegida por ser la del nacimiento de quien se considera el "Badoneón mayor de Buenos Aires", el maestro Aníbal Troilo.
Cada 11 de julio se conmemora El Día del Bandoneón. Esta fecha fue elegida por ser la del nacimiento de quien se considera el "Badoneón mayor de Buenos Aires", el maestro Aníbal Troilo.
Pichuco nació un 11 de julio de 1914. Como director de orquesta cultivó un estilo netamente tanguero, equilibrado, y de buen gusto.
Tenía 10 años cuando convenció a la madre de que le comprara su primer bandoneón.
El 1 de julio de 1937 debuta con su propia orquesta luego de haber formado parte de otras grandes como la de Pugliese y Juan D'Arienzo, entre otros Cantores de gran relieve en la historia del tango pasaron por la orquesta de Aníbal Troilo, como Fiorentino, Alberto Marino, Edmundo Riverto , Tito Reyes, Nelly Vázquez y Roberto Goyeneche.
Tenía 10 años cuando convenció a la madre de que le comprara su primer bandoneón.
El 1 de julio de 1937 debuta con su propia orquesta luego de haber formado parte de otras grandes como la de Pugliese y Juan D'Arienzo, entre otros Cantores de gran relieve en la historia del tango pasaron por la orquesta de Aníbal Troilo, como Fiorentino, Alberto Marino, Edmundo Riverto , Tito Reyes, Nelly Vázquez y Roberto Goyeneche.
La Ultima Curda
de Anibal Troilo
y Cátulo Castillo
Lastima, bandoneón,
mi corazon
tu ronca maldición maleva...
Tu lágrima de ron
me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva.
¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, ¡nada más!
mi confesión.
Contame tu condena,
decime tu fracaso,
¿no ves la pena
que me ha herido?
Y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
¡Ya sé que te lastimo!
¡Ya se que te hago daño
llorando mi sermón de vino!
Pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón,
y busca en el licor que aturde,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón al corazón.
Un poco de recuerdo y sinsabor
gotea tu rezongo lerdo.
Marea tu licor y arrea
la tropilla de la zurda
al volcar la última curda.
Cerrame el ventanal
que quema el sol
su lento caracol de sueño,
¿no ves que vengo de un país
que está de olvido, siempre gris tras el alcohol?...
de Anibal Troilo
y Cátulo Castillo
Lastima, bandoneón,
mi corazon
tu ronca maldición maleva...
Tu lágrima de ron
me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva.
¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, ¡nada más!
mi confesión.
Contame tu condena,
decime tu fracaso,
¿no ves la pena
que me ha herido?
Y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
¡Ya sé que te lastimo!
¡Ya se que te hago daño
llorando mi sermón de vino!
Pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón,
y busca en el licor que aturde,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón al corazón.
Un poco de recuerdo y sinsabor
gotea tu rezongo lerdo.
Marea tu licor y arrea
la tropilla de la zurda
al volcar la última curda.
Cerrame el ventanal
que quema el sol
su lento caracol de sueño,
¿no ves que vengo de un país
que está de olvido, siempre gris tras el alcohol?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario